Con los labios pegados
Reducido al silencio por la duda
ordeno la experiencia de mi plegaria
hacia donde todo encandila
Para no perder la esperanza
Me traslado suavemente,
A pesar de la estreches de las palabras
Como en una línea imaginaria
Irrazonable tal vez
Extirpándome hasta el alma.
Por no merecer la jactancia me en gala
Para lanzar por la ventana
La morada De una paz,
Que sobrepasa todo entedimiento.
Pero es que, desde hace mucho tiempo,
Corro el velo para apartarme de la ansiedad
De conjeturarte en un evangelio nuevo
Sacado de un sueño de añejas angustias
Que habitan todos días a las puertas de los templos.
agitadas por el polvo de los trapos viejos
De una religión que se va perdiendo de lo eterno
Ociosa para con Dios urgando en el basurero
De un romance hueco
Entre la libertad y sentimiento
Que ensucian los atuendos,
Que una vez y para siempre
Lavados con sangre fueron
Despojandonos, la conciencia
Con migajas De una prospera e infame ilusion
Como mano que espera apretar el pecho y arrancar el último suspiro para implantar el pánico
Y no la certeza del reino de los cielos
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